El Consolador II - (Almas Gemelas)

Juan José Torres

Seguimos en este artículo con el análisis del libro “El Consolador” de Emmanuel.

Ya vimos, en el artículo anterior, algunos aspectos que debíamos matizar en nuestro estudio de la obra, por lo que continuaremos por donde lo dejamos.

Otro tema que es digno de mención y destaque, es la postura de Emmanuel sobre el tema de las Almas Gemelas, tema que lógicamente suscitó que la FEB escribiera a Chico para que volviera a preguntar a Emmanuel, pues la respuesta no era coherente con el pensamiento espírita.

Se ha divulgado en medios espíritas, que una vez que Emmanuel recibió la apelación de la FEB rectificó sobre este punto, pero vamos a analizar exactamente sus palabras para comprobar si realmente rectificó su pensamiento.

Las preguntas donde Emmanuel aborda el tema de las almas gemelas van desde la 323 a la 331, pero es principalmente en la primera, (323) donde define claramente su idea de almas gemelas y su apoyo a esa teoría. Transcribimos exactamente sus palabras:

323 - ¿Será una verdad la teoría de las almas gemelas?

-En el sagrado misterio de la vida, cada corazón posee en el infinito el alma gemela de la suya, compañera divina para el viaje a la gloriosa inmortalidad.

Creadas unas para las otras, las almas gemelas se buscan, cuando están separadas. La unión perenne es su aspiración suprema e indefinible. Millares de seres, desviados en el crimen o en la inconciencia, experimentan la separación de las almas que los sustentan, como la prueba más áspera y dolorosa, y, en el drama de las existencias más oscuras, vemos siempre la atracción eterna de las almas que se aman más íntimamente, evolucionado unas hacia las otras, en un torbellino de ansiedades angustiosas, atracción que es superior a todas las expresiones convencionales de la vida terrestre. Cuando se encuentran en el cúmulo de los trabajos humanos, se sienten en posesión de la felicidad real para sus corazones[…]

La visión de Emmanuel está bastante clara a este respecto, y si analizamos su idea, cada uno de nosotros posee un alma gemela, un alma que ha sido creada expresamente para nosotros, como nosotros hemos sido creados expresamente para esa alma gemela. Esta idea está claramente definida en la parte que hemos resaltado en negrita del texto de Emmanuel, por lo que su idea de alma gemela no es romántica, como muchos han hecho ver, sino una idea concreta y real.

Además, Emmanuel deja claro que esa atracción será “eterna”, por lo que todos nosotros tendremos siempre un alma gemela ligada a nosotros, como consecuencia natural de su creación predestinada, como deja claro en la pregunta 325, donde declara sin ningún tipo de dula: “[…] donde se reúnen para siempre, en la más sublime expresión de amor divino […]”

Sin embargo, respondiendo a la pregunta 327 sobre el alma gemela de Jesús, indica:

No juzgamos acertado traer la figura de Cristo para condicionarla a los medios humanos, en un paralelismo injustificable, porque en Jesús hemos de observar la finalidad sagrada de los gloriosos destinos del espíritu. En Él cesaron los procesos, siendo indispensable reconocer en su luz las realizaciones que nos compete alcanzar.

Esta es una evidente contradicción. Por un lado indica que TODOS tenemos un alma gemela a la que estaremos unidos PARA SIEMPRE, pero posteriormente habla de que no podemos traer la figura de “Cristo” para condicionarla a los medios humanos… Luego, ¿la unión es para siempre o solo para el proceso de evolución humano? No voy a analizar este tema, pues tiene implicaciones teológicas y cristológicas muy profundas que darían para varios artículos, pero la contradicción en Emmanuel es más que evidente, por mucho que intentemos justificarla en el medio espírita actual.

Veamos ahora qué dijeron los espíritus a Kardec sobre este tema:

El análisis corresponde a las preguntas que van desde la 298 a la 303, pero nos interesa particularmente la primera de ellas (298)

298 – Las almas que han de enlazarse, ¿están predestinadas a este enlace desde su origen, y cada uno de nosotros tiene en alguna parte del universo su mitad, a la cual se reunirá fatalmente algún día?

-No, no existe unión particular y fatal entre dos almas. Existe unión entre todos los espíritus pero en grados diferentes según el rango que ocupan, es decir, según la perfección que han adquirido. Mientras más perfectos son, más unidos están. De la discordia nacen todos los males humanos, de la concordia, la dicha completa.

La visión espírita está clara. No existen almas predestinadas a otras almas y que deberán unirse para la eternidad.

Cuando a Emmanuel se le preguntó sobre esta idea espírita al respecto de la idea de las almas gemelas, ¿qué respondió? El texto siguiente es transcrito textualmente de “El Consolador”, como respuesta de Emmanuel a la objeción que se le presenta:

“Solicitando esa modificación, pediría la conservación, en el texto, de la humilde exposición relativa a la tesis de las “almas gemelas”, aunque, en conciencia, sean los amigos de la Casa de Ismael compelidos a la presentación de una corrección, en obediencia a la lealtad de respetable punto de vista.

La tesis, todavía, es más compleja de lo que parece al primer examen, y sugiere una más vasta meditación a las tendencias del siglo, en el capítulo del “divorcismo” y del “pansexualismo”, que la ciencia menos constructiva viene lanzando en los espíritus, así mismo porque, con la expresión “almas gemelas”, no deseamos decir “mitades eternas”, y nadie, en rigor, puede estribarse en el enunciado para desistir de venerables compromisos asumidos en la escuela redentora del mundo, bajo pena de aumentar los propios débitos, con difíciles obligaciones frente a la Ley. En el caso de Cristo, debemos invocar toda la veneración para el trato de su personalidad divina, motivo por el cual apenas traté del asunto con referencia a los hombres, para considerar que las uniones, en toda vida, son orientadas por ascendientes de amor más profundos que aquellos engranados en las humanas concepciones, que se modifican en la estera evolutiva. Si es posible, he aquí lo que me permito solicitar, renovando al querido hermano mi agradecimiento sincero y mi afecto de todos los días”.

Como vemos, Emmanuel no rectifica su opinión al respecto de las almas gemelas, es más, la justifica indicando que no se está refiriendo al concepto de mitades eternas. Pero si analizamos el texto del libro de los espíritus, vemos que el concepto, independiente del nombre con que lo vistamos, es el mismo, es decir, la unión perpetua de dos almas que han sido creadas y predestinadas la una para la otra. Aunque Emmanuel hable de almas gemelas y en el libro de los espíritus la expresión sea mitades eternas, repetimos que el concepto es el mismo, por lo que Emmanuel está claramente dando una opinión que entra en conflicto con una idea espírita, algo que es viable dentro del carácter del espiritismo, pero la idea hay que argumentarla y razonarla debidamente, algo que Emmanuel no hace.

Por otro lado, vemos en Emmanuel una respuesta evasiva y confusa cuando trae al análisis los temas de divorcismo y pansexualismo, y no sé, exactamente, qué es lo que quiere decir con esta referencia, que me parece una evasión a responder concretamente a la cuestión que se le hacía, como tampoco entiendo a qué se refiere cuando afirma que la tesis es más compleja de lo que parece al primer examen, sin explicar en qué consiste esa complejidad y las diferencias a las que se refiere. Sigo sin entender tampoco, qué quiere decir cuando afirma que (“nadie, en rigor, puede estribarse en el enunciado para desistir de venerables compromisos asumidos en la escuela redentora del mundo”) pues intentar comprender una afirmación no significa desertar de nuestros deberes para con el mundo, y no creo que nadie que cuestione el problema de las almas gemelas, se esté escudando en esto para justificar nada.

¿Por qué se ha divulgado entonces, en el movimiento espírita, que Emmanuel rectificó su idea sobre las almas gemelas? Creo que el error viene motivado por el hecho de que la FEB no solo cuestionó la tesis de Emmanuel sobre las almas gemelas, sino que también cuestionó una respuesta que dio en relación a la pregunta 378.

Sobre esta pregunta, Emmanuel declaró que su pensamiento se había visto afectado por el “filtro mediúmnico” y redactó de nuevo la respuesta, lo que se indicó al final del libro. Seguidamente, se incluye la respuesta que da al respecto de las almas gemelas donde indica que se mantenga el texto, y esto hace parecer que realmente había rectificado su pensamiento, cuando la realidad es que corrige una respuesta distinta al tema alegando que había sido mal recibida por el médium, pero mantiene su idea sobre el tema que nos ocupa.

¿Qué lectura podemos sacar de esto?

Para ello, voy a recurrir a Kardec de nuevo, cuando al final de las preguntas dedicadas a las “mitades eternas” hace el siguiente comentario:

La teoría de las mitades eternas es una figura que representa la unión de dos espíritus simpáticos, es una expresión que hasta en lenguaje vulgar se usa y que no debe tomarse literalmente. Los espíritus que la han empleado ciertamente no pertenecen al orden más elevado, la esfera de sus ideas es necesariamente limitada, y acaso han expuesto su pensamiento en los mismos términos que se hubieran valido durante la vida corporal. Es preciso, pues, rechazar la idea de que dos espíritus creados el uno para el otro, deben reunirse fatalmente algún día en la eternidad, después de haber estado separados durante un espacio de tiempo más o menos largo.

Personalmente, - y quiero resaltar que es una opinión personal, - creo que Emmanuel es un espíritu evolucionado, pero con limitaciones conceptuales e ideas propias, y creo que es importante que consideremos esto a la hora de leerlo. Realmente no debería ser así, puesto que nuestra postura ante cualquier opinión ha de ser el análisis racional de la misma, (sin llegar a los extremos de la desconfianza sistemática) pero lo que hemos observado con Emmanuel y otros autores espirituales, es que se aceptan de forma general sus ideas sin cuestionarlas, lo que constituye un peligro para el movimiento espírita, que deberá ser fiel al espiritismo, cuya finalidad es el conocimiento de la verdad.

No está en mi idea hacer un juicio de valor sobre Emmanuel, ni sobre autor alguno, ya sea encarnado o desencarnado. Cuando hablo al respecto de un tema, me refiero al tema en cuestión y no al autor, que merece mi más profundo respeto. Por ello mismo, sin entrar a catalogar a Emmanuel y valorando solo su pensamiento, entiendo que sus ideas están limitadas a una visión muy particular del mundo, arraigada en la mal llamada tradición judeo-cristiana, y digo mal llamada, porque el judeo-cristianismo no es la cosmovisión actual del pensamiento religioso contemporáneo, y sería más correcto hablar del helénico-románico-cristianismo, que es la forma de pensamiento que realmente nos ha llegado a nuestros días por las religiones cristianas.


En el artículo siguiente, seguiremos abordando algunas cuestiones que nos han chocado en las explicaciones de Emmanuel, como la numerología y la astrología.

1 comentario:

  1. Muy bueno, lo lógica y razonamiento todo se puede debatir, saludos.

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